Los mejores cuidados para los pies en verano
Con la llegada del verano, todos cambiamos nuestra forma de vestir y nuestro calzado pues es la manera de que podamos soportar mejor las altas temperaturas que se registran. De esta manera, por ejemplo, apostamos por sustituir nuestras botas por unas sandalias que permitirán que el pie vaya al aire.
Sin embargo, es importante que tengamos en cuenta que ese tipo de modelo hará que los pies estén más expuestos a daños. Por eso, para evitar estos riesgos y también para hacer que aquellos estén lo menos perjudicados por el sol o para la arena de la playa, se hace necesario llevar a cabo sus siguientes cuidados:
- Siempre hay que adquirir un calzado que sea cómodo, suave y con una suela flexible. De esta manera, se conseguirá evitar problemas de rozaduras o ampollas.
- El sudor es uno de los males que aquejan a los pies durante el verano. En concreto, para conseguir que aquel no produzca llagas entre los dedos hay que evitar usar zapatos o zapatillas cerrados así como aplicarse polvos de talco.
- Cuando se acuda a piscinas y playas, hay que llevar unas chanclas cómodas y apropiadas, que no sólo permitan no sufrir ampollas sino también evitar el llamado contagio de hongos.
- Es fundamental que en todo momento el pie esté hidratado. Por ello, lo recomendable es aplicarse en él diariamente la correspondiente crema para que no se agriete y para que no sude más.
- De la misma manera, tampoco hay que olvidarse de que el uso de las sandalias provoca que, sobre todo, en la zona de los talones la piel se vuelva mucho más áspera. En este caso, lo que hay que hacer es decantarse por recurrir, al menos una o dos veces a la semana, al uso de la piedra pómez, que pondrá fin a todo tipo de durezas.